jueves, 9 de junio de 2016

Regalando Vida

El Centro Médico de la Universidad de Debrecen en Hungría ha informado del nacimiento por cesárea de un bebé sano tres meses después de que su madre fuera declarada con muerte cerebral. La madre, falleció por un derrame cerebral, y además de haber salvado la vida de su hija ha salvado la vida a otras cuatro personas al donar parte de sus órganos, dos días después de su alumbramiento. El bebé nació por cesárea en julio de 2013, 90 días después de su madre fuera declarada con muerte cerebral, tras ser intervenida en el centro hospitalario donde entró con un derrame cerebral cuando estaba embarazada de 15 semanas. Los médicos que la intervinieron han señalado que la operación "fue un éxito", pero no pudo recuperar la conciencia y cayó en coma y para mantener vivo al feto se le mantuvo el corazón con ventilación mecánica y se le administraron tratamientos para mantener el funcionamiento del resto de órganos. Además, han destacado la comunicación de familiares y enfermeras con el feto diariamente tal y como lo hubiera hecho su madre. Así, a partir de la semana 20, las enfermeras llamaban el feto por su nombre y la familia visitaba tres veces a la semana a la madre, "Fue un momento indescriptible", afirman desde el centro médico al referirse al momento del nacimiento en la semana 27 de gestación, cuando el bebé, una niña que pesó 1.420 gramos, lanzaba su primer llanto. El bebé fue dado de alta del hospital el pasado mes de octubre (se hubieran cumplido 37 semanas de gestación) y, según informan, se encuentra en buen estado de salud y se está desarrollando normalmente. Tras dar a luz, la mujer fue desconectada y la familia donó los órganos de la madre. Gracias a este acto altruista, cinco órganos sanos fueron donados a cuatro personas que los necesitaban para sobrevivir -dos de los órganos fueron recibidos por el mismo paciente-. Así, se trasplantó su hígado, sus dos riñones, su páncreas y su corazón. Un grupo de médicos y enfermeros trabajaron día y noche para garantizar la circulación sanguínea de la madre, la ventilación, el equilibrio hormonal, nutrición adecuada y para aumentar las posibilidades de supervivencia del feto. Aunque es un hecho excepcional, no es la primera vez que un equipo médico logra prolongar el soporte cardiorrespiratorio de la madre en muerte cerebral el tiempo suficiente para que el feto adquiera una madurez suficiente. Sin embargo, las numerosas complicaciones que pueden sufrir estas mujeres no siempre permiten un final exitoso y además existe una gran controversia sobre las cuestiones éticas y morales que puede causar el mantener con vida a una mujer cerebralmente muerta. Otro punto en contra es el coste económico de mantener las funciones vitales (que podrían ascender hasta 7.000 euros) ya que no todas las familias que se encuentren en esta misma situación podrán asumir el coste que tiene mantener una vida artificialmente. Hecho por Lydia Fernández.

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